Seguro que has oído hablar en algún momento de la otitis, una enfermedad especialmente común en la infancia. Pero, ¿y la otitis serosa en niños? ¿La conoces? Te contamos qué es y cómo se trata.
Otitis serosa en los niños
Para cuidar de los pequeños, es importante estar al tanto de las infecciones más habituales entre los niños de su edad. Una de ellas es la otitis serosa.
Y es que, los niños son propensos a sufrir de resfriados y a que les aparezca una otitis. En el caso de la otitis media, los síntomas suelen ser evidentes y se manifiestan en forma de exudación o presencia de líquido en el oído, pero incluso puede dar fiebre o dolor. Pero, ¿y la serosa?
La otitis serosa es la conocida como silenciosa. Es decir, apenas muestra síntomas. No se ve infección aparentemente ni fiebre ni superación. Pero cuando sucede, genera pérdida de audición. Es decir, si el niño de repente oye menos, podría estar sufriendo una otitis en silencio.
Digamos que, es el primer síntoma para identificar este problema. Por eso es importante que los padres estén al tanto, sobre todo sabiendo que es verdaderamente habitual en los pequeños.
¿Cómo se trata?
La otitis serosa no siempre requiere de un tratamiento. En algunos casos puede llegar a curarse sola, de forma espontánea. Pero es fundamental hacer un seguimiento completo del niño, para que todo vaya bien.
¿Y en el caso de necesitar tratamiento? Podríamos hablar de una cirugía y la implantación de drenajes transtimpánicos; unos tubos para quitar la mucosidad acumulada en los oídos.
Nuestro consejo es hacer controles en un especialista. De tal forma que el pequeño pueda estar completamente vigilado, para que se cure y no vaya a más.
Ten en cuenta que, en los casos más graves, podría causar un problema de desarrollo del lenguaje e incluso fracaso escolar, ante la imposibilidad de escuchar en clase con normalidad como si podrían hacer sus compañeros.
¿Cuándo ir a un especialista?
Ante el menor síntoma, acude de inmediato. Ten en cuenta que la otitis es silenciosa, pero puede ir a más y causar graves problemas. Si tienes cualquier tipo de sospecha, es mejor que lleves a tu hijo a revisarlo.
No esperes a ver si se cura sola. Ponte en manos de un especialista desde el primer momento para hacer un seguimiento y evaluar la situación del pequeño. Te esperamos en nuestra consulta.