La otosclerosis es una enfermedad en la que se produce un crecimiento óseo anormal en el oído causando una pérdida de la audición. Es otro de los motivos que pueden desencadenar en un problema de pérdida auditiva y para el cual debes hacer un correcto seguimiento. Te contamos todo sobre esta enfermedad.
Qué es la otosclerosis
En el oído medio también se puede producir un crecimiento óseo anormal. No existe una causa clara, aunque hay un gran componente hereditario.
También es más habitual en las personas adultas que en las jóvenes. De hecho, se estima que empieza desde el principio hasta la mitad de la adultez, con mayor probabilidad en mujeres que en hombres.
En cuanto a los factores de riesgo, se encuentran mujeres embarazadas y antecedentes familiares con problemas de pérdida auditiva. También afecta más a las personas de raza blanca que a otras razas.
Las personas que lo sufren, tienen una extensión anormal del hueso que está en la cavidad del oído medio. El crecimiento impide que los huesos que hay en el oído vibren como respuesta a las ondas sonoras que se producen y que son necesarias para poder oír con normalidad. Por eso es tan importante detectar este problema a tiempo si se produce, porque puede afectar a nuestra vida diaria.
Asimismo, se puede manifestar en un oído o en los dos. Digamos que, la persona afectada por esta enfermedad siente que se ha visto reducida su capacidad de audición, pudiendo manifestarse en un oído o en ambos, a tiempos distintos.
¿Es operable?
Se puede tratar siguiendo un tratamiento quirúrgico. Es decir, se hace una estapedectomía o estapedotomía, una operación en la que se reemplaza el hueso estribo que está fijo o inmovil por una prótesis.
Es una operación que dura poco tiempo y que se hace con anestesia local y sedación. En cuanto al postoperatorio, es solo una noche de hospital.
¿Cuándo recuperan los pacientes la audición después de la operación? En torno a una semana después de haberse sometido a ella, por lo que es un plazo de recuperación y de vuelta a la normalidad muy alto.
No obstante, si bien es cierto que este dato se corresponde con el 90% de los pacientes que se someten a esta operación. Mientras que en el caso del 10% de los pacientes notan un leve manero o incluso una inestabilidad que les dificulta llevar una vida normal, haciendo que tengan que guardar más días de reposo.
Cómo imaginas, el grado de recuperación tiene mucho que ver con el estado en el que se encontraba el oído. Al fin y al cabo, si aparte de afectar al hueso estribo se produjo un daño en el oído interno, puede ser más complejo recuperar la normalidad. De hecho, aparte de la intervención podría ser necesario poner un audífono y configurarlo en base a las necesidades de la persona.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que cada caso es un mundo y digamos que el tratamiento a seguir depende de cómo se encuentre el paciente. Puede ser más que suficiente con la operación o bien completarlo con el uso de un audífono a diario, tanto si afecta a un oído como a dos.
¿Y si el paciente decide no operarse?
El paciente tiene total libertad para tomar la decisión que crea mejor. Sin embargo, si no se opera al padecer una otosclerosis, la enfermedad sigue avanzando. Es decir, con el tiempo afectará más y más al oído interno.
Por lo que, si la enfermedad avanza sin control e infecta más al oído externo, podría no haber solución quirúrgica, lo que obligaría al paciente a llevar una calidad de vida peor, algo que pudo haber evitado. ¿Te ha quedado alguna duda? Podemos ayudarte.