En la vida, hay tantos mitos y verdades que a veces nos resulta complicado saber cuando algo es cierto y cuando es mentira. En el siguiente artículo te mostramos si de verdad se puede perder el oído por ponerse un pendiente.
¿Es posible perder un oído por colocar un pendiente?
Los pendientes o piercing están de moda y es frecuente ponerlos en las orejas, en cualquier parte o incluso dentro del propio oído. Claro que, de salida, solo es recomendable hacerlos en centros especializados, para que cumplan con las normativas vigentes.
No obstante, a pesar de hacerlo en un centro especializado, hay riesgos. Es decir, poner un piercing puede dañar la oreja o causar infecciones.
Si bien es cierto que la mayor parte de las personas que se ponen un piercing, apenas sufren un hinchazón de la parte perforada, notan la zona roja e incluso pueden sentir un poco de dolor. Claro que, 1 de cada 10 personas que se ponen un piercing pueden sufrir una inflamación o infección cutánea.
Pero eso no es todo, porque también hay casos en los que hablamos de una posible transmisión de enfermedades como la hepatitis B o C, o el VIH. Pero también se puede sufrir una alergia a causa del material que nos perfora la piel.
El lóbulo, una parte inofensiva
Una de las partes clásicas donde ponemos pendientes y piercings, es en lóbulo. La buena noticia es que por esa razón de ser frecuente, no tiene riesgos para la salud auditiva. Pero no pasa lo mismo con el piercing en el cartílago, que está de moda pero es más arriesgado.
El riesgo es mayor en esta parte debido a que estamos ante un tejido menos sanguíneo, lo que hace que exista un mayor riesgo de infección.
También es diferente el período de cicatrización, que puede ser entre 4 meses a 1 año, mientras que en el lóbulo dura como mucho 2 meses.
¿Qué infecciones puede causar el pendiente en el cartílago?
De entre las infecciones conocidas, hablamos de pericondritis o enfermedades otológicas como la hipoacusia, ocasionada por la infección. Este problema de hipoacusia o pérdida auditiva es una enfermedad mediante la cual la persona no es capaz de escuchar sonidos, haciendo que la comunicación se vea mermada.
Por lo general, la pérdida de audición es gradual y no es fácil de detectar al principio. Pero el piercing en la oreja puede ser un desencadenante.
Por otro lado, la pericondritis es una infección del oído exterior, en el cartílago de la oreja. Suele estar causada por la bacteria conocida como pseudomonas aeruginosa, que puede aparecer por poner un percing.
Entre los síntomas, vemos que la zona duele, está roja, inflamada, etc. Digamos que, se ve a simple vista que algo no va bien. Pero lo peor, es cuando sucede fiebre y se nota la presencia de pus entre el cartílago y el tejido.
En los casos más graves, más que perder el oído como tal y de manera irreversible, se podría ver deformada la oreja. Por eso es importante prestar atención a estos problemas y a sus posibles implicaciones antes de poner un pendiente de este tipo en la zona del cartílago, porque puede tener consecuencias fatales.
En cualquier caso, recomendamos acudir a un especialista en ambos casos. Si tienes síntomas, busca ayuda profesional de inmediato y sigue siempre las instrucciones de higiene, para evitar una posible infección.
Recuerda que cuidar la salud auditiva es muy importante y debemos tener cuidado con lo que hacemos, porque algo que pueda parecer tan simple como ponerse un piercing puede tener consecuencias fatales para nuestra salud a corto plazo.
¿Te ha quedado alguna duda?